Cada vez que instalamos un ascensor en un edificio sin ascensor, reducimos la brecha de la accesibilidad

Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, contamos con la colaboración del arquitecto Rafael Bescós, que nos comparte su visión sobre la importancia de la accesibilidad en edificios antiguos. Cada vez que nos enfrentamos al reto de instalar un ascensor en un inmueble sin ascensor, sabemos que no se trata solo de una cuestión técnica o normativa: hablamos de rehabilitación de edificios para que vuelvan a ser accesibles, habitables y justos con quienes los habitan.

Cada vez que analizamos una comunidad de vecinos que quiere mejorar la accesibilidad, nos encontramos con estructuras complejas: escaleras estrechas, falta de hueco, patios reducidos o fachadas protegidas. Pero incluso en esos casos, con las soluciones actuales es posible realizar la instalación de un ascensor en un edificio sin ascensor, respetando la estética original y cumpliendo con todas las normativas.

Cada vez que proyectamos junto a los especialistas de TK Elevator, encontramos una solución adaptada: ascensores instalados en el hueco de la escalera, en el patio interior o incluso adosados a la fachada. Porque cada edificio es único y requiere una solución técnica y arquitectónica hecha a medida.

Cada vez que conseguimos eliminar una barrera arquitectónica, acercamos a esa comunidad a una vida más autónoma. La accesibilidad en edificios antiguos no es un lujo ni una reforma estética: es una necesidad urgente que afecta a personas mayores, personas con movilidad reducida, familias con carritos o vecinos que simplemente quieren subir y bajar sin depender de nadie.

Cada vez que finalizamos una rehabilitación, sabemos que hemos mejorado algo más que un inmueble. Hemos contribuido a que ese espacio tenga más vida, más valor y más futuro. Porque la instalación de un ascensor en una comunidad de vecinos no solo mejora el confort: aumenta el valor del edificio y lo hace habitable para todas las generaciones.

Cada vez que instalamos un ascensor donde antes no lo hubo, hacemos arquitectura con sentido. Diseñamos accesos donde antes había límites. Y eso, como arquitecto, es la razón más poderosa para seguir rehabilitando.

Por Rafael Bescós, Arquitecto en Bescós-Nicoletti